Luiz Inácio Lula Da Silva asumió este jueves como jefe de la Casa Civil, equivalente a la Jefatura de Gobierno argentina, en lugar de Jaques Wagner. De esta manera, Dilma Rousseff y el PT buscan fortalecer el gobierno federal en medio de la ofensiva mediática, política y judicial encabezada por la derecha del Brasil.

De hecho, la asunción al cargo del expresidente se produce en medio de protestas en las principales ciudades del país, tanto de apoyo por parte de simpatizantes, sindicatos y organizaciones sociales, como opositoras fogoneadas por las denuncias mediáticas realizadas a través de los grupos monopólicos brasileños.

Además, el ataque de la justicia al gobierno del PT no se detiene: un magistrado federal emitió una medida cautelar por medio de la cual suspendió el nombramiento de Lula

El juez de Itagiba, Catta Preta Neto, tomó tal medida apenas terminada la ceremonia oficial que se llevó a cabo en el Palacio Planalto, alegando "delito de responsabilidad".