El PT presentó ante el Tribunal Superior Electoral (TSE) la candidatura oficial de Luiz Inácio Lula da Silva, más allá de que no pueda formalmente presentarse por estar detenido.

De todas maneras, el Partido de los Trabajadores desoyó a la Justicia y presentó a Lula como su candidato para las presidenciales de octubre, a pesar de estar condenado en segunda instancia por "corrupción" a 12 años de prisión. 

Tal como afirman las normas del país, una persona condenada en segunda instancia no podría presentarse a ningún cargo público. Pero, en una clara maniobra desafiante, el partido de Lula lo inscribió igual, demostrando que no cambian sus ideales. 

Su inscripción se dio en el marco de una gran 'Marcha Nacional Lula Libre', que movilizó a cientos de personas que viajaron hasta Brasilia, y hasta la puerta del mismísimo Tribunal Electoral.

La Fiscal General de Brasil, Raquel Dodge, ya presentó una impugnación contra la candidatura presidencial del ex mandatario, remitida al instructor del caso ante la Corte Electoral, el magistrado Luís Roberto Barroso.