"Yo espero que cuando termine esto alguien me pida disculpas. Alguien diga: Disculpa, por el amor de Dios, fue una equivocación", señaló Lula al delegado de la Policía el último 4 de marzo, cuando fue obligado a ir a una comisaría en el marco de la investigación de Petrobras.

Y agregó: "Todo lo que están haciendo conmigo va a hacer que cambie de opinión. Estoy viejito, estaba queriendo descansar, (pero) voy a ser candidato a la Presidencia en 2018 porque creo que mucha gente me esta provocando, van a aguantar provocación de aquí hacia delante". 

La Fiscalía del estado de Paraná cree que Da Silva es el propietario de dos inmuebles (una finca de campo en el interior de Sao Paulo y de un apartamento de lujo en la playa de Guarujá) que habrían sido recibidos para disfrazar posibles coimas. Aunque hasta el momento el exPresidente afirmó que se trata de una maniobra en su contra. 

Además el partido de Lula se enfrenta a las manifestaciones y operaciones mediáticas que intentan desestabilizar al gobierno de Dilma Rousseff. El expresidente se comparó a sí mismo con una serpiente venenosa y advirtió: "Si quisieron matar a la jararaca le dieron en el rabo, no en la cabeza, y la jararaca está viva, como siempre estuvo".