La decisión del juez Marco Aurelio Mello se basa en una cláusula petrea de la Constitución por la cual una pena de prisión solo puede ejecutar una vez que se hayan terminado todas las instancias de apelación.

En el caso de Lula aún restan dos instancias de apelación a tribunales superiores. En situación similar al exmandatario se encuentran varios detenidos por el llamado Lava Jato.