Los muertos y heridos se suceden cuando la mayoría sale a las calles con el grito de "que se vayan todos" mostrando la debilidad de la institucionalidad del sistema peruano.

A pesar del crecimiento económico del país a través de la explotación de la minería, la distribución de la riqueza sigue siendo muy desigual lo que genera estos focos de tensión que se resuelven en las calles con protestas y represión policial.