Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay subirán este sábado el tono contra el gobierno de Nicolás Maduro y buscarán suspender del Mercosur a Venezuela por violar la cláusula democrática del bloque, en una exhibición más del repudio a la nueva crisis institucional generada en Caracas por la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) del domingo pasado.

Será durante una reunión de cancilleres en San Pablo, donde según informó el Palacio de Itamaraty, se tratará "la aplicación del Protocolo de Ushuaia sobre Compromiso Democrático en el Mercosur a Venezuela".

"Este encuentro dará proseguimiento a la reunión de cancilleres ocurrida en Buenos Aires el 1° de abril pasado, en la cual fue registrada la ruptura del orden democrático en Venezuela, y a la Cumbre del Mercosur de Mendoza del 21 de julio, cuando el gobierno venezolano fue invitado a consultas en el ámbito del Protocolo de Ushuaia".

Del encuentro participarán el canciller argentino, Jorge Faurie, y sus pares de Brasil, Aloysio Nunes; de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa; y de Paraguay, Eladio Loyzaga. Brasil ostenta la presidencia semestral pro tempore del Mercosur.

"Los cancilleres deberán evaluar la ausencia de medidas concretas para el reinicio de la normalidad democrática por parte del gobierno venezolano, su rechazo a participar de la reunión de consultas y el agravamiento de la situación en Venezuela", completó el Palacio de Itamaraty.

Según dijo a Télam una fuente de la diplomacia brasileña del más alto nivel, existe consenso para suspender a Venezuela, aunque cada país presentará sus matices en este punto, sobre todo teniendo en cuenta que la posición uruguaya fue la más cercana a mantener públicamente puentes con Caracas.

El llamado a Constituyente de Maduro, en la cual no participa la oposición por no haber sido convocada la elección luego de un plebiscito -como lo marca la Carta Magna vigente- es el hilo conductor de esta nueva reunión de urgencia de los cancilleres del Mercosur.

Como respuesta, Brasil albergará  la reunión extraordinaria de los ministros de Relaciones Exteriores que busca, según las fuentes del Palacio de Itamaraty, "castigar a Maduro pero no a Venezuela". Es por eso que Brasil pone frenos a las hipótesis de expulsión de Venezuela del Mercosur.

Brasil defiende mantener su embajada en Caracas activa, con contactos políticos y económicos que perduran pese a las diferencias entre los gobiernos de Temer y Maduro.

La posición de Uruguay es la única que preservaba una posición menos dura hacia el gobierno de Maduro, pero los brasileños creen que habrá un apoyo a la aplicación del Protocolo de Ushuaia por cuestiones de violación del régimen democrático.

Venezuela ya está suspendida del bloque sudamericano desde diciembre, pero por no haber cumplido el rigor del Protocolo de Adhesión, una forma más débil de mostrarle una advertencia al gobierno de Caracas.

"Ahora la situación está peor y la suspensión tendrá un sello más importante, que es la de la cláusula democrática del Protocolo de Ushuaia. Seguirá siendo una suspensión pero por otros motivos", explicaron las fuentes a Télam.

La situación del Mercosur con su último miembro, Venezuela, se tensó luego de que el gobierno de Maduro no aceptara una carta que el bloque envió luego de la cumbre de Mendoza de julio pasado para abrir el diálogo con la oposición.

"El problema de una expulsión para nosotros es que se está expulsando al país, cuando con la suspensión se está suspendiendo al gobierno. La expulsión también eliminaría los canales con la oposición", según fuentes del Palacio de Itamaraty.

El antecedente sobre la aplicación del Protocolo de Ushuaia fue la suspensión de un año de Paraguay en 2012, luego de que fuera considerado una ruptura al orden democrático el juicio político que destituyó al entonces presidente Fernando Lugo.

En ese lapso, Venezuela fue aceptada por Argentina, Uruguay y Brasil como nuevo miembro del Mercosur.