La ministra de Familia y Derechos Humanos del gobierno de Jair Bolsonaro, Damares Alves, aseguró en la Cámara de Diputados de Brasil que “la mujer en el matrimonio debe ser sumisa al hombre”. La ministra, que también es pastora evangélica, dijo abiertamente estar en contra de los derechos de la comunidad LGTBI  y se refirió a su “concepción cristiana” para alabar los principios patriarcales de las instituciones religiosas. También, explicó que “el hombre es el líder” en una relación entre esposo y esposa mostrándose claramente a contramano del mundo.

“Dentro de mi concepción cristiana, la mujer, sí, en el matrimonio es sumisa al hombre y eso es una cuestión de fe”, declaró la ministra en la Cámara de Diputados. Cercada por las críticas, luego aclaró que “eso no significa que todas las mujeres deben ser sumisas y bajar la cabeza al patrón, al agresor y a los hombres que están ahí”. 

La ministra, además, reiteró su posición contraria a la despenalización del aborto, al tiempo que asegura que tiene otras prioridades en el momento. “Quiero un Brasil sin aborto y un Brasil sin violación”, dijo Alves. “Porque si no tuviésemos violaciones, no tendríamos mujeres en el servicio de salud pidiendo hacerse un aborto”, agregó, citada por el medio digital HuffPost Brasil. Actualmente, el aborto está permitido por ley bajo tres causales: violación, riesgo de vida de la madre y anencefalia.

Sobre la educación sexual, afirmó: “Si yo hubiese recibido educación sexual, estoy segura de que me hubiese defendido de aquel abuso”, afirmó la ministra, quien contó que fue violada a los seis años por un pastor de su iglesia. “Yo no sabía qué era aquello. Era una nena de seis años que nunca había visto un órgano genital. Yo fui lastimada y no entendía lo que sucedía. Si hubiese sido educada, hubiese gritado”. 

Alves dijo, asimismo, que el objetivo de la educación sexual es proteger a las niñas de los abusos y prevenir embarazos, al tiempo que aseguró que el gobierno va a garantizar esto pero que lo hará “obedeciendo las especificidades de edad y asegurándose de que el profesor esté preparado”. Según la ministra, la educación sexual deberá ser abordada en las escuelas desde los cuatro años de edad hasta el último de la facultad, obedeciendo el ciclo en el que el niño se encuentra. “Los niños van a tener que aprender a respetar y proteger a las niñas. Cuando yo dije que vamos a enseñar a los niños a abrir la puerta del auto, no quise decir solamente eso. Quiero decir que también tendrán que abrir la puerta de la fábrica, la puerta de su oficina, de las industrias, de los partidos y de este Parlamento”, afirmó.