El grito "no es abuso, es violación" volvió a las calles de distintas ciudades españolas luego de la decisión de un tribunal de la Justicia de conceder la libertad bajo fianza a los cinco hombres que fueron sentenciados el pasado 26 de abril por abusos y no por agresión sexual.

"Somos mujeres: no vamos a parar" se leía en la pancarta de grandes dimensiones que fue desplegada en Pamplona, ciudad en la que tuvieron lugar los polémicos hechos, y en la que hoy se corearon consignas como "no es no, lo demás es violación", "hermana, yo si te creo" o "basta ya de justicia patriarcal".

Las mismas consignas se repitieron en otras capitales de España como Barcelona, Zaragoza o Bilbao, aunque las principales concentraciones fueron convocadas para mañana viernes a través de las redes sociales, en las que los mensajes de indignación se repetían bajo las etiquetas "Si La Manada sale, nosotras ocupamos las calles",  #LasCallesTambienSonNuestras o #YoTeCreo.

A pesar de salir en libertad bajo el pago de fianza, a los cinco condenados se les impusieron medidas cautelares, como la obligación de comparecer tres días a la semana en el juzgado correspondiente de su localidad de residencia y se les prohibe entrar en Madrid, donde reside la víctima, al igual que toda comunicación con ella. Igualmente, se les retirará el pasaporte y se les prohíbe salir de España sin autorización judicial.

La sesión para decidir sobre la prórroga o no de la libertad condicional de todos ellos se celebró el pasado lunes, al cumplirse el próximo 7 de julio dos años de su encarcelamiento, que es el máximo legal para esta situación provisional.

Según Agustín Martínez, abogado de los cinco condenados, están "absolutamente contentos con la posibilidad de volver a regularizar sus vidas" y "obviamente" todos ellos volverán a Sevilla (su ciudad origen) para "esperar" una resolución firme.

La condena por abuso sexual, y no por violación, de los cinco integrantes de La manada el pasado 26 de abril generó un fuerte rechazo en España y movilizó a miles de personas en apoyo y solidaridad con la víctima.

El fallo judicial, hecho público en medio de una gran expectación mediática, condenó a los cinco acusados a nueve años de prisión por un delito de abuso sexual continuado al entender que los abusos se produjeron sin el consentimiento de la joven, pero no se dio uso de la violencia ni intimidación, condiciones para que la agresión se considere violación.