Ocurrió en Australia, donde un senador daba una nota y culpaba al programa de inmigración por el ataque terrorista en dos mezquitas de Nueva Zelanda que se cobró la vida de 49 personas, cuando un joven reaccionó a los dichos racistas del legislador y le rompió un huevo en la cabeza, lo que desencadenó una pelea en donde sacó la peor parte.