A todo el mundo la pandemia de coronavirus lo tomó por sorpresa. Al comienzo el aislamiento para evitar los contagios fue aplaudido por las sociedades afectadas, pero cada vez con mayor frecuencia vemos reacciones contrarias como ocurre en nuestro país.

Este fin de semana se sucedieron las protestas en diversos países europeos, que aunque todavía no tuvieron la cantidad de personas necesarias para forzar una modificación en las restricciones marcan un hartazgo en un sector de la sociedad que ve afectado sus ingresos por el aislamiento.