Para asumir el gobierno en Alemania se necesita al menos el 50 por ciento de los votos, un número que suele llevar a necesitar de coaliciones políticas y Angela Merkel está dispuesta a mantenerse en el poder y así lograr su cuarto mandato consecutivo. 

El próximo domingo 24 de septiembre, entre las 8 y las 18, las urnas estarán abiertas para que 61 millones de ciudadanos habilitados elijan a sus representantes en el Bundestag (parlamento). 

Si bien el voto es optativo los sondeos sobre aquellos que desean involucrarse en la elección indican que Merkel sería la gran ganadora.

En la elección tendrán que elegir dos boletas. Una para conformar una mitad del Parlamento, en una elección directa con los candidatos más votados de los distritos locales, y la segunda para decidir las mayorías en el parlamento a través de listas de partidos en cada estado. 

De esta manera el ciudadano elige entre las preocupaciones y representatividades que lo afectan en lo micro- su ciudad o pueblo, por ejemplo- y lo macro que es su país inmerso a su vez en la Unión Europea visiblemente afectada por el Brexit, la inmigración y las crisis económicas. 

Para las próximas elecciones del domingo participarán 42 partidos y solo los que consigan más del cinco por ciento tendrán derecho a entrar al Parlamento, lo cual suele complicar a los partidos más pequeños o de ultraderecha; aunque para muchos en esta elección esta última podría ganar terreno.