Este viernes, Jair Bolsonaro anunció un plan para reducir la dependencia del país de fertilizantes extranjeros, ante las trabas a la importación por el conflicto entre Rusia y Ucrania. El presidente de Brasil volvió a defender la explotación de recursos minerales en tierras indígenas, ricas en potasio y otros minerales y lanzó una barbaridad.

"Ellos (por los indígenas) ya son prácticamente como nosotros (sic), quieren explotar su tierra; eso es muy bueno para nosotros y es muy bueno para el mundo", aseguró Bolsonaro, en la ceremonia de presentación del Plan Nacional de Fertilizantes. Y tiró un dato incomprobable: que la repercusión cada vez que visita una aldea indígena es "excelente".

El plan de Brasil

Busca fortalecer la capacidad nacional de producción de fertilizantes, que Brasil importa en cerca de un 80% y que tiene entre sus principales proveedores a Rusia, en guerra con Ucrania desde el 24 de febrero pasado y actualmente protagonista de sanciones de una larga lista de países y empresas.

En este contexto, el mandatario volvió a defender un proyecto de ley presentado por su Gobierno al Congreso en 2020, que busca aumentar la producción propia de recursos minerales en territorios indígenas, donde no se realizan actividades mineras de forma legal y consideradas hasta ahora como reservas medioambientales.

Según el líder de ultraderecha, la propuesta "abrirá espacios para integrar a los hermanos indígenas a la sociedad", y contempla el pago de diversas regalías por el uso de sus tierras que atesoran "toda la tabla periódica de elementos" y son ricos en potasio y otros minerales que son la materia prima de los fertilizantes.

Esta semana, la Cámara de Diputados aprobó dar carácter de urgencia a la tramitación de este proyecto de ley, que será votado por estos legisladores en abril y luego debatido por el Senado.

Tras ello, decenas de organizaciones, activistas y artistas, encabezados por el cantante y compositor Caetano Veloso, acudieron a Brasilia para exigir un freno a estas y otras iniciativas que en su opinión atentan contra el medio ambiente y las poblaciones indígenas.

Si bien el sector agrícola de Brasil, uno de los mayores productores mundiales de alimentos, cuenta con reservas de fertilizantes hasta octubre próximo, según datos oficiales, el Gobierno ya anunció que pretende aumentar sus importaciones desde Canadá e Irán, otros dos grandes productores globales.

Y con respecto al conflicto bélico, Bolsonaro lo caracterizó como "una cuestión a más de 10.000 kilómetros de distancia que afecta a todo el mundo" y que puede poner en jaque la "soberanía alimentaria" de Brasil y muchos otros países.