El Gobierno austriaco anunció que la vivienda de Hitler, situada en Braunau am Inn, será una comisaría de policía en el futuro, una función sufiente, estiman las autoridades, para mantener a distancia a los admiradores de Fürher.

La vivienda, que será remodelada, ha sido motivo de agrios debates durante años en la sociedad austriaca. El Estado la expropió en 2016 y pagó a su dueño algo más de 800.00 euros. Este exigía más del doble y entabló una batalla legal que terminó perdiendo.