La víctima fatal fue un hombre con desequilibrio mental que a las tres de la madrugada comenzó a disparar con un fusil de caza desde su apartamento en Reikiavik, la capital de Islandia que posee  una población de apenas 322.000 habitantes.

Islandia posee una de las tasas de criminalidad más bajas del mundo y este caso mortal fue el primero en nada más y nada menos que en 200 años de historia. 

Tras evacuar el edificio y al no poder controlar al hombre con una granada de gas finalmente tuvieron que utilizar sus armas. "Esto no funcionó y el individuo comenzó de nuevo a disparar desde las ventanas de su apartamento", señaló el director de la policía de Reikiavik, Stefan Eiriksson.

Cuando ingresaron al departamento el hombre los recibió a los tiros, incluso algunos impactaron en el casco de un agente y otros en el chaleco especial de un uniformado. El hombre fue herido y murió más tarde en el hospital."La policía lamenta este incidente y presentó sus condolencias a su familia", añadió Johannessen en un comunicado a la prensa.