Daniel Benavidez, abogado de la mujer que fue obligada a continuar con su embarazo de diez semanas de gestación en Uruguay, comunicó que su defendida sufrió un "aborto espontáneo por sangrado". 

El polémico caso acaparó la atención de la sociedad uruguaya y la comunidad internacional ya que en un fallo inédito  la justicia de ese país tomó en consideración la decisión del futuro padre de querer tener un hijo y no permitió que su pareja aborte de acuerdo a los plazos permitidos. 

La jueza Pura Concepción Book había resuelto dar lugar al recurso de amparo del que iba a ser el padre. La apelación al fallo judicial ya había sido presentada pero finalmente la mujer sufrió un aborto ya que tenía una lesión en el útero.