El juez Vicente de Paula Ataíde Junior tomó una polémica decisión y desestimó un pedido de Lula Da Silva de poder asistir al funeral de un amigo: el ex legislador Luis Carlos Sigmaringa Seixas.

La justicia brasileña contempla estas salidas en caso de relaciones directas como familiares, y a pesar del íntimo lazo que los unía, Lula no pudo despedirse de su amigo. 

El magistrado consideró que "no está caracterizado el grado de parentesco entre (Lula) y el fallecido" para tomar una decisión que causa dolor en muchos brasileños.

La presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann, criticó la decisión en sus redes sociales y opinó que a Lula "todo es negado", incluso "llorar amigos que combatieron arbitrariedades, injusticias y defendieron la democracia".

Cabe recordar que Seixas fue un luchador por los Derechos Humanos de su país, una nación que tendrá a un fascista como presidente en los próximo cuatro años.