Al parecer en Milán viven cientos de Esperts y Boggianos y cuando el alcalde de Milán, Giuseppe Sala, decidió flexibilizar la cuarentena para retomar de a poco la actividad económica la gente salió en masa a las calles sin respetar el distanciamiento y a tomar en los bares que habían sido abiertos supuestamente sólo para atender pedido para llevar.

Sala se enojó muchísimo y grabó este mensaje al que tituló ultimatum.

“Es para enfadarse y mucho”, dijo el alcalde de Milán después de que se viralizaron las imágenes de cientos de personas paseando, bebiendo en grupos y agolpándose en las orillas de los canales milaneses.

Italia comenzó una primera fase de excepciones a la se permite salir de casa solo para hacer deporte o dar un paseo o en casos de necesidad, para comprar, por motivos de salud o trabajo.

“Cuando hay que agradecer a los milaneses por su comportamiento virtuoso siempre soy el primero en hacerlo, pero hay momentos en los que hay algo que hacer ... y este es uno de esos momentos: las imágenes de ayer a lo largo de los Navigli son vergonzosas”.

Y añadió: “No soy un político de las metáforas, soy un político de los actos. O las cosas cambian hoy, no mañana, es un ultimátum, o mañana estaré aquí en el Palazzo Marino (sede del ayuntamiento) como de costumbre y tomaré medidas, cerraré los Navigli y cerraré la comida para llevar de los bares y restaurantes”, dijo en un mensaje en Facebook.

Cientos de personas salieron a tomar el tradicional vermú sin barbijo y sin cumplir la distancia social: el alcalde de Milán amenazó con reimplementar una rígida cuarentena

Italia se convirtió en el tercer país del mundo con más muertos por coronavirus al superar los 30.000.