En una mesa redonda en Berlín en la que se habló de cuotas, feminismo y mujeres emprendedoras sorprendió la presencia de Ivanka Trump que originalmente no estaba invitada a la reunión del G-20 pero que terminó reunida con Angela Merke, la ministra de Exteriores canadiense, Chrystia Freeland,  y la directora del  Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, entre otras. 

Si bien Ivanka fue adulada por sus compañeras de mesa el público no se mostró tan afable. “Este papel [asesora presidencial] es nuevo para mí también. Ha sido algo menos de cien días […] estoy escuchando, aprendiendo”, planteó Ivanka pero no pudo contener el rechazo que hay hacia su padre que más de una vez fue acusado de misógino. 

“He crecido en una casa en la que no había barreras para conseguir lo que quisieras, no había diferencias entre mis hermanos y yo”. se defendió Ivanka.  

Merkel fue ovacionada cuando se declaró ferviente defensora de las cuotas femeninas en los consejos de administración de las empresas. La directora del FMI, Christine Lagarde pidió políticas de conciliación y formación en liderazgo y todas coincidieron en la necesidad del apoyo mutuo entre mujeres, la llamada sororidad.