En el día de hoy, jueves, se espera con ansias saber quién será el ganador de estas elecciones que se califican como "las más reñidas de Inglaterra". Hasta ahora, los sondeos marcan un empate técnico entre el actual primer ministro David Cameron y el opositor del Partido Laborista Ed Miliband.

Este posible empate sugiere que ninguno obtendrá una mayoría absoluta en el Parlamento de 650 miembros y se teme que  podría dar como resultado un gobierno débil, llevar al Reino Unido hacia un referendo sobre su membresía en la Unión Europea y avivar el deseo escocés de una secesión.

Conservadores

Cameron busca la reelección y presenta a su partido como el de la generación de empleos y la recuperación económica, prometiendo reducir el impuesto a los ingresos a 30 millones de personas, aplicando al mismo tiempo nuevos recortes al gasto para eliminar un déficit de presupuesto que aún alcanza a un 5 por ciento del Producto Interno Bruto.

Laboristas

Proponen reducir el déficit de manera anual y progresiva  elevando el impuesto a los ingresos para el 1 por ciento de quienes obtienen las mayores ganancias. También centran su discurso en la defensa de los intereses de las familias trabajadoras y del apreciado servicio nacional de salud, que atraviesa por dificultades financieras.

En caso de que ninguno obtenga la  mayoría absoluta, mañana viernes comenzarán negociaciones con partidos más pequeños en una carrera por lograr acuerdos y alianzas estratégicas.

Siguiendo en la sintonía de la coalición que  Cameron ha liderado durante los últimos cinco años con los Liberal Demócratas, de tendencia de centro. Aunque para algunos británicos estas alianzas  podrían generar un gobierno frágil de minoría que se verá obligado a negociar para obtener respaldo en votaciones clave.

El Partido Nacionalista Escocés (SNP)espera lograr la mayoría de los 59 escaños reservados para la región en la Cámara de los Comunes y podría ser decisivo para otorgar la llave del número 10 de Downing Street, residencia y despacho oficial del primer ministro británico.

Mientras que los liberaldemócratas, actuales socios de Cameron en el Gobierno, verán reducidos sus escaños al pasar de 57 a 27 diputados, según las últimas encuestas.

Finalmente el eurófobo Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP) obtendría el 13% de los votos lo que equivale a 3 escaños debido al sistema electoral británico, que favorece a las formaciones mayoritarias.