Aeropuertos cerrados, trenes parados, techos que se vuelan y vientos que hicieron imposible transitar por varias horas en algunas ciudades de Europa. 

Dos hombres de 62 años murieron aplastados por árboles en los Países Bajos, mientras que una mujer  falleció al  sur de Bruselas y un hombre de 59 años murió en un campamento de la ciudad alemana fronteriza con holanda de Emmerich.

El temporal también afecta a Gran Bretaña, donde los vientos dañaron principalmente el sistema eléctrico de los trenes que además se vio afectado por la caída de árboles. Rumania se vio obligada a suspender las clases.