La extrema medida intentó ser en protesta por el nuevo sistema empleado por las compañías de taxi para renovar la licencia de los vehículos.

Los taxistas, todos procedentes de la ciudad de Suifenhe, provincia de Heilongjiang, organizaron una sentada en una transitada calle en el centro de la capital china y procedieron a ingerir grandes cantidades de pesticida, mientras una curiosa multitud los rodeaba, informa el 'South China Morning Post'.

Los servicios de emergencias consiguieron trasladar a los taxistas a un hospital para la desintoxicación y ahora están todos fuera de peligro, según indicó el informe de la policía pekinesa.

Si bien es una protesta extrema, es mucho más consecuente que la de algunos empresarios gastronómicos y sindicalistas autóctonos que organizan un paro pero abren los restaurantes de los que son dueños.

En este video se puede ver que al conducir ya son bastante 'suicidas' los taxistas chinos: