La anciana Xiaoming Tsui, permaneció encerrada en su habitación y sólo la alimentaban con agua y un par de copos de avena.

La policía descubrió que Xiaoming Tsui estaba encerrada en su casa gracias a que alguien denunció el hecho y lograron rescatarla antes de que perdiera la vida, consignó el diario Daily Mail.

El hijo y la hija de Tsui pretendían matarla de hambre porque se había convertido en una carga para ellos después de caer enferma. Ahora se enfrentan al cargo de intento de asesinato.

“Esto no es sólo una disputa familiar”, explica un portavoz de la policía, “era un asesinato calculado. Son unos hijos egoístas que querían matar a su madre para solventar los problemas de cuidar de ella”.

Los vecinos de la mujer se habían percatado de la situación en la que vivía la anciana y, cuando podían, le hacían llegar algo de comida. La policía cree que fue uno de ellos el que dio la voz de alarma sobre el estado de Tsui.

Lo primero que pidió la anciana al ser rescatada fue que le dieran de comer.