Loss condados de Navajo y Coconino, en el estado de Arizona- Estados Unidos- han detectado la bacteria de la peste negra, la Yersinia pestis; el nombre científico del microorganismo que más seres humanos ha matado (un 60% de la población europea en el siglo XIV), con un punto máximo entre 1346 y 1361.  

Las autoridades, de las zonas afectadas, solicitaron a la población que extremen las medidas para evitar su propagación y en especial con los animales domésticos, dado que la peligrosa bacteria se puede transmitir a humanos por una simple picadura o por contacto con organismos infectados como conejos o roedores.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la forma más común de esta enfermedad es la peste bubónica, que se manifiesta cuando la bacteria se introduce en el sistema linfático e infecta los ganglios. La enfermedad también puede propagarse como neumonía, en caso de instalarse en los pulmones lo cual la hace aún más peligrosa ya que el contagio es posible por  la inhalación de partículas de aire infectadas. De allí que en el imaginario popular hallan quedado grabadas las máscaras de nariz puntiaguda que solía usar los médicos para "evitar" inhalar el mismo aire que los enfermos. 

El tratamiento es posible siempre y cuando se realice en las primeras fases de desarrollo de la enfermedad, la cual muchas veces se presenta con síntomas similares a los de una gripe; hasta siete días después de incubación. 

La peste negra es hasta el momento la más mortífera de las pandemias que se conocen. Asia es uno de los lugares donde suelen registrarse casos aislados que suelen ser tratados rápidamente.