Es la primera vez que Grecia calcula oficialmente lo que Alemania le debe, en concepto de 'reparaciones de guerra' por las atrocidades nazis y saqueos durante los años 40: el monto supera la deuda externa de los griegos con sus acreedores internacionales.

El viceministro de Finanzas griego, Dimitris Mardas, destacó ante el comité parlamentario que investiga las responsabilidades en la crisis de deuda griega, que el costo total de las reparaciones por los daños individuales y a infraestructuras suman 278.700 millones de euros, de los que 10.300 millones corresponden al préstamo forzoso.

Mardás recordó que en la Conferencia de París en 1946, en la que se trazó el mapa político de después de la guerra, se había calculado que el monto de las reparaciones ascendían a 341.200 millones de euros (313.855 millones de dólares).

La suma se desprende de la equivalencia a las reparaciones a las víctimas y también por la devastación de infraestructuras, así como por el crédito que el III Reich obligó a Atenas a concederle.

Concretamente, se trata del préstamo obligatorio de 476 millones de reichsmark (moneda utilizada en Alemania hasta 1948) que nunca fue devuelto a Grecia, salvo el primer tramo abonado todavía por el régimen nazi.

El Gobierno alemán sostuvo repetidamente que la disputa sobre las reparaciones es una cuestión que está cerrada, aludiendo que ya satisfizo a Grecia con un pago en 1960 de 115 millones de marcos.

El pasado 11 de marzo el Parlamento griego aprobó por unanimidad la creación de una nueva comisión formada por todos los partidos para reclamar a Alemania reparaciones, así como la devolución del préstamo forzoso y de las obras de arte expoliadas.

Por su parte, el ministro de Economía y vicecanciller alemán, Sigmar Gabriel, tildó de "tonto" que Atenas traiga ahora a colación las reparaciones de guerra por la ocupación nazi de Grecia en medio del debate sobre su estabilización económica.

En este sentido, lamentó que el Gobierno griego del primer ministro, Alexis Tsipras, no se haya tomado tres meses de pausa al llegar al poder para trabajar en una propuesta alternativa solida.

No obstante, Gabriel pidió "respeto" para los griegos, por los duros recortes que llevan padeciendo cinco años por los ajustes a que obligaron los programas de rescate.