Aunque a esta altura resulte difícil de creer, Grecia sigue siendo el espejo europeo de la Argentina. No sólo por las grandes manifestaciones populares contra las medidas económicas que hundieron al país, sino también porque el 'izquierdista' Alexis Tsipras pretende aplicar idénticas medidas que Mauricio Macri.

Surgió del descontento masivo, de las grandes movilizaciones que hicieron temblar el país y buena parte del continente europeo, pero la coalición 'de izquierda' Syriza lleva adelante una política antipopular cuyo único objetivo es cumplir con los compromisos que asumió ante la Unión Europea y los organismos internacionales de crédito.

Por esa razón, este viernes se lleva a cabo el primer día de huelga general contra la reforma fiscal y de pensiones que busca imponer el gobierno, con la que pretende economizar a través de recortes en jubilaciones y pensiones y aumentos de impuestos 5.400 millones de euros y así llegar a un superávit primario de 3,5 por ciento.

Convocado por los principales sindicatos del sector público y del privado, el paro es por 48 horas durante las cuales no funcionan las escuelas públicas, no hay transportes públicos como subte, tranvía, trolebús y colectivos, ni zarpan barcos del puerto ateniense del Pireo.

La medida de fuerza es convocada por el sindicato de empleados públicos ADEY y la Confederación General de Trabajadores de Grecia, el mayor sindicato del sector privado del país helénico.