Como ocurrió en agosto de este año, la justicia alemana- a través de su Tribunal Constitucional- volvió a asegurar que Oskar Gröning, el exmiembro de las SS de 96 años y conocido como el "contable de Auschwitz", es apto para cumplir su sentencia en una cárcel común. 

Mientras sus abogados presentaron un último recurso de amparo alegando el precario estado de salud de su cliente y denunciaron que la pena “vulneraba su derecho fundamental a la vida y a la integridad física”, la justicia dijo que no. 

Gröning ya había sido condenado a cuatro años de cárcel en julio de 2015, acusado de complicidad en la muerte de 300.000 judíos.

El hombre afronta la responsabilidad de la ‘Operación Hungría’, desarrollada en 1944, cuando unos 137 transportes provenientes de ese país llevaron al campo de concentración a unas 425 mil personas; de las cuales 300 mil fueron enviadas a la cámara de gas o a hornos crematorios.

Gröning se unió a las SS cuando tenía 21 años, en 1941. Entre 1943 y 1944 fue enviado a Auschwitz ubicado al sur de Polonia; donde incautó y etiquetó las pertenencias robadas a prisioneros de los nazis.

La nueva sentencia dicta que el cumplimiento de la condena no pone en peligro la vida del anciano y subraya que sus problemas de salud pueden ser tratados en prisión.

“En caso de registrarse cambios negativos considerables den el estado de salud del condensado durante su estancia en prisión, existe la opción de interrumpir parcialmente la pena de cárcel por la libertad condicional”, añade la decisión adoptada por la Corte que difiere de la de Justicia argentina con respecto al represor Miguel Etchecoltaz que fue beneficiado con prisión domiciliaria por "razones humanitarias".