El Pontífice mantuvo una reunión privada con seis abusados por sacerdotes, cuyas identidades no fueron reveladas. El encuentro fue este lunes por la mañana en la casa Santa Marta.

Francisco ya había anunciado su intención de realizar esta reunión el 27 de mayo, durante su viaje a Tierra Santa, cuando ya había avisado su poca tolerancia con estos temas.

"Humildemente pido perdón", le dijo el Papa a las víctimas de abuso por parte de sacerdotes, que se trataba de dos británicos, dos alemanes y dos irlandeses.

Posteriormente brindó una misa, con estas seis personas presentes, donde se refirió al tema y pidió "perdón por los pecados de omisión".

Vale recordar que, sin embargo, el Vaticano se negó hasta ahora a hacer públicas sus investigaciones sobre el tema y mucho menos a brindar informes ante el reclamo del Comité de Tortura de la ONU.

A principios de mayo pasado, representantes del Vaticano se presentaron en la primera de dos audiencias ante el Comité de la ONU contra la Tortura, que investiga los casos de pedofilia en el seno de la iglesia, argumentando que ese organismo carece de jurisdicción -en lo legal- sobre los miembros del clero que puedan haber cometido delitos diversos, entre ellos los abusos sexuales contra menores.

"La Santa Sede desea reiterar que las personas que viven en un país están bajo la jurisdicción de las autoridades de ese país y sometidas a sus leyes nacionales", declaró entonces el representante permanente del Vaticano ante la ONU en Ginebra, Silvano Tomasi.

Asimismo, remarcaba que son las autoridades de cada Estado las responsables de aplicar la justicia "frente a crímenes y abusos cometidos por personas bajo su jurisdicción".

Esta argumentación fue rechazada de plano por la relatora del Comité, Felice Gaer, quien declaró que "causa preocupación porque sugiere que (el Vaticano) cree que la convención se aplica sólo a sus cuatro esquinas y a los que están dentro".