El papa Francisco visitó este lunes la Catedral Metropolitana de Quito, en la capital ecuatoriana, en compañía del presidente Rafael Correa, y allí lanzó un mensaje a favor de la inclusión.

"Que no haya gente que se descarte, que todos sean hermanos, que se incluya a todos y no haya ninguno que esté fuera de esta gran nación", señaló Francisco frente a centenares de personas presentes en el edificio.

En su breve mensaje a los fieles congregados en la Catedral, el Santo Padre finalizó: "por favor, les pido que recen por mí, buenas noches y hasta mañana".

Unos 900.000 fieles recibieron este mediodía argentino al papa Francisco en el parque Bicentenario, de Quito, donde ofició la segunda y última misa campal en su visita a Ecuador, señaló el gobierno ecuatoriano.

Banderas de Ecuador y de otros países y unas más con el rostro del sumo pontífice, además de globos, cruces y otros objetos de carácter religioso levantaban los fieles al paso de Francisco, a quienes miles esperaron en el lugar desde la noche del lunes pese al frío y la lluvia.

El clima mejoró con el paso de las horas y el recorrido de Francisco en el papamóvil tuvo lugar bajo un sol radiante.

En su recorrido, el papa hizo una pequeña y sorpresiva parada para bendecir a una anciana en silla de ruedas cuya hija, Liliana Rueda, explicó a la televisión Ecuavisa que habían ingresado poco antes al parque.