En pleno avance del coronavirus en todo el mundo, unas 3500 personas, todas disfrazadas como ‘Los Pitufos’, se concentraron en la ciudad francesa de Landerneau, situación que generó todo tipo de repudio.

“No hay que dejar de vivir mientras podamos, también era la ocasión de decir que estamos vivos”, argumentó el alcalde del lugar en respuesta a las críticas que recibió la innecesaria reunión.

Si bien la reunión ocurrió antes que el gobierno francés decretara la prohibición de eventos de más de 1000 personas, Algunos medios de comunicación de Italia, donde se ha instado a sus 60 millones de habitantes a quedarse en casa para combatir la epidemia, criticaron que se haya celebrado esta manifestación.