Patricio Aylwin Azóca sumió la presidencia chilena en 1990 con el espíritu de restaurar la democracia tras la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), siendo recordado como el que logró la transición política chilena y siendo el primero de los cuatro gobiernos consecutivos de la Concertación de Partidos por la Democracia. 

Un año después de asumir pidió perdón a los ciudadanos chilenos por las víctimas de la dictadura  y señaló: "Me atrevo, en mi calidad de Presidente de la república, a asumir la representación de la nación entera para, en su nombre, pedir perdón a los familiares de las víctimas".

La histórica foto en el traspaso de mando
La histórica foto en el traspaso de mando

Más allá de la presión que ejercía todavía Pinochet- al mando del Ejército-  Aylwin  instauró una política que él mismo calificó como "Justicia en la medida de lo posible". Y agregó en una entrevista realizada hace unos años: "Me di cuenta de que teniendo una relación cercana con él (Pinochet) corría menos riesgos que con un militar que no conocía. Con él llegamos a tener una buena relación humana, aunque no de amistad ni de confianza".

Además de tener que lidiar con  pesada herencia militar, Alwyn- con amplia experiencia en política-  reflotó la economía chilena logrando un período de bonanza  y puso el énfasis en democratizar las instituciones reinsertando a Chile internacionalmente como país democrático. 

Tras su muerte por causas naturales, a los 97 años, en su hogar de Santiago, Michelle Bachelet decretó duelo nacional en el país trasandino.