Los escoceses rechazaron el jueves la propuesta de independizarse del Reino Unido: los unionistas alcanzaron más del 55 por ciento de los votos, rechazando con este referendo la posibilidad de que Escocia se separe de Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte.

El primer ministro británico, David Cameron, se mostró aliviado con este resultado, al tiempo que admitió que le "hubiera roto el corazón" una eventual victoria de los independientes y, por ende, el desguace del Reino Unido.

"El pueblo de Escocia habló y dio un veredicto claro: mantiene nuestro país de cuatro naciones unido", dijo Cameron en su residencia de Downing Street, para luego formular la promesa de fortalecer el autogobierno escocés, planteando una mayor descentralización del gobierno británico.

Idéntico alivio exhibió el jefe de gobierno español, Mariano Rajoy, teniendo en cuenta que –evidentemente– una victoria de los independientistas escoceses hubiera motorizado a los partidarios de sus pares catalanes.

"Estamos muy felices de que Escocia siga con nosotros, con la Unión Europea", dijo Rajoy, advirtiendo que "como ciudadanos europeos también nos felicitamos de que sigan con nosotros, colaborando en el gran proyecto político que es la UE".

En directa alusión al impulso autonomista en Cataluña, el presidente de España señaló que los escoceses "han elegido entre la segregación y la integración, entre el aislamiento y la apertura, entre la estabilidad y la incertidumbre, entre la seguridad y el riesgo cierto".

Lo bueno, sostuvo, es que "han elegido la opción más favorable para todos: para ellos, para el resto de ciudadanos británicos y para el conjunto de Europa", teniendo presentes "las grandes consecuencias económicas, sociales, institucionales y políticas que habría supuesto su separación del Reino Unido y de Europa", afirmó Rajoy.

Los mercados financieros también respondieron positivamente al resultado del referendo escocés, al mostrar imporantes subas de las cotizaciones de empresas de Escocia en la Bolsa de Londres, así como la libra esterlina.

Así, las acciones del Royal Bank of Scotland (RBS) avanzaron un 3,30 por ciento, mientras que las del Lloyds Banking Group ganaron un 2,11 por ciento. Standard Life ascendió 1,28 por ciento y la empresa Weir, del sector de la ingeniería con sede en Glasgow, ganó el 1,67.

En el mercado de Londres, la libra subió un 0,38 por ciento frente al dólar, mientras que frente al euro ganó un 0,58 por ciento hasta 1,276 euros.