Las instituciones europeas se declararon en "alerta naranja" luego de los atentados con bombas en el aeropuerto de Bruselas y en la estación de subte de Maalbeek, situada a metros de los edificios de la Unión Europea.

"Todas las instituciones europeas están en alerta a nivel naranja. Todas las reuniones dentro y fuera de los edificios han sido canceladas. Sólo tiene acceso el personal con acreditación", dijo la vicepresidenta europea para el Presupuesto, Kristalina Georgieva.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, dijo que "la UE devuelve ahora la solidaridad europea y ayudará a Bruselas, Bélgica y Europa a frenar la amenaza terrorista".

Fuentes del Consejo de la Unión Europea indicaron, por su parte, que se ha activado el mecanismo de crisis en las instituciones europeas.

Francia, mientras tanto, cerró su frontera con Bélgica y despliega 1.600 policías y gendarmes en esa zona y las infraestructuras de transporte aéreo, marítimo y terrestre del país.

"Estamos en guerra" y "frente a esta guerra, hace falta una movilización de todos", indicó el primer ministro francés, Manuel Valls, tras una reunión de urgencia convocada por el presidente François Hollande.

En tanto, la policía británica incrementó su presencia en estaciones ferroviarias, aeropuertos y otros lugares públicos.

"Como precaución, las fuerzas de seguridad de todo el Reino Unido incrementaron la presencia policial en lugares clave, incluyendo en centros de transporte, para proteger al público", dijo en un comunicado Mark Rowley, responsable de antiterrorismo de la policía británica.

La empresa de ferrocarriles alemanes Deutsche Bahn, por su parte, suspendió el tráfico de trenes entre la ciudad alemana de Aquisgrán y Bruselas, y los convoyes procedentes de Fráncfort con destino a Bélgica vía Colonia terminarán ahora en Aquisgrán.