El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó el lanzamiento este jueves de un ataque sobre una base siria como respuesta al supuesto uso de armas químicas por parte del gobierno de Bashar al Asad.

De esta forma, el país de América del Norte lanzó más de 50 misiles a una base aérea siria, en el que representó la primera orden militar del magnate desde que llegó a la Casa Blanca.

El lanzamiento se efectuó desde buques de guerra en el Mediterráneo, y tuvieron como blanco la base aérea de Shayrat, al oeste de Siria, según informaron medios estadounidenses.

El ataque norteamericano ocurrió mientras Trump estaba reunido en Florida con el presidente chino Xi Jinping tratando otro tema que es un dilema de seguridad para Estados Unidos: el programa nuclear de Corea del Norte. 

"Pienso que lo que ocurrió en Siria es un crimen verdaderamente indignante y no debió ocurrir, no se debió permitir que ocurriera'', dijo el republicano a reporteros en el avión presidencial Air Force One antes de partir hacia Florida.

Tras la reunión con su par chino, Trump aseguró que "Siria usó armas químicas prohibidas", y añadió: "Es vital para los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos prevenir y disuadir la expansión de las armas químicas".

Por su parte, según la BBC, el gobierno de Al Asad negó haber usado armas químicas y rechazó toda responsabilidad en lo sucedido, mientras que la televisión estatal siria calificó el ataque de Estados Unidos como un "acto de agresión".

"Toda la responsabilidad, si hay una acción, estará sobre los hombros de aquellos que la inicien", advirtieron desde Rusia a Washington.