“Venezuela  debe liberar sus presos políticos”, exclamó el secretario de Estados Unidos, John Kerry,  mientras denunciaba que  "En Venezuela están muriendo personas en las filas de los supermercados para comprar comida". De manera inmediata, la canciller venezolana  le salió al cruce y  pidió a la OEA analizar el papel de  Kerry “como amo del mundo, dando órdenes a países soberanos sobre las cosas que deben hacer”.

Delcy Rodríguez negó que en su país haya presos políticos  y mostró su descontento con el secretario general de la OEA, Luis Almagro ante sus "medidas contrarias a los principios de no intervención de los Estados".

Por otro lado, el Presidente de República Dominicana- donde tiene lugar el encuentro- destacó en su discurso de apertura: “Nos preocupa el momento por el cual está pasando el pueblo venezolano. En ese sentido, apoyamos sin reservas todas las iniciativas de diálogo que conduzcan, con apego a la Constitución y el pleno respeto a los derechos humanos, a la resolución de la efectiva diferencia entre los sectores políticos”. 

Y agregó: “En especial respaldamos la iniciativa puesta en marcha en nuestro país por Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) con el concurso de los expresidentes Jose Luis Rodríguez Zapatero de España; Leonel Fernández de República Dominicana y Martín Torrijos de Panamá, para la reapertura de un diálogo efectivo entre el Gobierno venezolano y los sectores de oposición”. 

Además Medina le solicitó a la Organización que “salde su deuda histórica” con su país y “apruebe una resolución de desagravio a la República Dominicana por el desempeño de la OEA en la intervención estadounidense de 1965”.