La Cámara de Diputados de Brasil convirtió en ley- en la noche del miércoles-  un proyecto de 1998 que legaliza cualquier tipo de tercerización en el mundo del trabajo. 

La escandalosa sesión obtuvo mayoría de la base aliada del gobierno del presidente Michel Temer que logró por 231 votos a favor, 188 en contra y 8 abstenciones. Se trata de un proyecto que data de fines de los noventa y que fue aprobado en 2002 por el Senado y ahora desempolvado por el presidente de Diputados, Rodrigo Maia, aliado del Poder Ejecutivo.

De esta manera se modifica radicalmente el escenario legal del mundo laboral en Brasil ya que quiebra el régimen de la Consolidación de Leyes del Trabajo (CLT) instaurado el 1 de mayo de 1943 por la presidencia de Getulio Vargas y vigente hasta ahora.

"Se está enterrando la ley laboral vigente desde 1943. Para esto fue realizado el golpe contra Dilma Rousseff, este proyecto precariza al empleo y es a pedido de las patronales", aseguró Carlos Zarattini, jefe del bloque del opositor izquierdista Partido de los Trabajadores (PT). Mientras que Maia, del derechista Demócratas, defendió la propuesta al afirmar que coloca a Brasil "en línea con el mundo desarrollado, como Estados Unidos". 

Hasta el momento, en Brasil la tercerización era permitida en actividades laterales como por ejemplo, una fábrica de plásticos mantenía por ley a sus empleados registrados, en blanco, pero podía tercerizar los servicios de limpieza y vigilancia. Ahora se puede tercerizar absolutamente todo el proceso laboral sin necesidad de pagar cargas sociales.