Folha de Sao Paulo fue el vehículo elegido por Jair Bolsonaro para gritarle a los periodistas que cierren la boca mientras él acusaba al periódico de mentiroso.

En medio de una agitada crisis política por la renuncia del ministro de Justicia Sergio Moro tras acusar a Bolsonaro de querer intervenir la autónoma Policía Federal para controlar a sus opositores.

Y luego de haber echado al carismático y defensor del aislamiento ministro de Salud, Luis Mandetta, y posicionarse cerca de un autogolpe al haber criticado duramente al Congreso y al Supremo Tribunal Federal (similar a nuestra Corte Suprema), Bolsonaro se refugia en un grupo de seguidores todavía alto -cerca del 35% del país- para azuzar contra los medios opositores.