Otra de las brutalidades de las corridas de toros en España era la utilización de enanos como una especie de payasos que arengaban al público en medio del espectáculo.

Esto fue prohibido finalmente por el Senado español, junto a otras actividades que denigran a las personas con capacidades diferentes solo por el hecho de su condición.

“Quedan prohibidos los espectáculos o actividades recreativas en los que se use a personas con discapacidad o esta circunstancia para suscitar la burla, la mofa o la irrisión del público de modo contrario al respeto debido a la dignidad humana”, dice el texto.

La ley establece que las personas con discapacidad participarán en los espectáculos públicos y en las actividades recreativas, incluidas las taurinas, “sin discriminaciones ni exclusiones que lesionen su derecho a ser incluidas plenamente en la comunidad”.

“Nosotros no somos payasos. El payaso se quita y se pone el disfraz, pero nosotros somos las 24 horas del día”, expresó Marta Castillo, presidenta del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) Andalucía.