Después de que Donald Trump revocó una normativa proclamada por su antecesor, Barack Obama, que permitía a los alumnos transgénero hacer uso de los baños y los vestuarios de sus escuelas de acuerdo al género con el que se identifiquen;  Gavin Grimm se transformó en un referente en la lucha para lograr que se respeten a los derechos trans en las escuelas. 

El joven Gavin Grimm presentó su caso ante el Tribunal Supremo de Estados Unidos aunque éste lo rechazó y señaló que un tribunal inferior debe juzgar la situación; en sintonía con la decisión de Trump de no regir federalmente la legislación sobre el tema de los derechos de los transgénero en todo el país. 

Grimm, a quien se le designó el sexo femenino al nacer, se identifica ahora a sus 17 años como hombre y está en plena batalla legal con las autoridades educativas de Virginia para poder utilizar el baño masculino en la institución educativa a la que asiste.

La Corte de Apelaciones del Cuarto Distrito, la última en considerar la demanda de Grimm, le dio la razón al joven basándose en las normas vigentes en ese momento que eran  las aprobadas por Obama; sin embargo- con la llegada de Trump al poder- la situación cambió y el máximo Tribunal decidió mantenerse al margen.