Nicolás Migueiz Montán nació en la localidad bonaerense de Pilar, tiene 34 años y desde hace un tiempo vive en Barcelona y trabaja como guardavidas en diferentes playas de Cataluña.

"Me ofrecieron de la ONG en la que colaboramos para ayudar aquí. Con diferentes compañeros nos interesó la propuesta y acá estamos", dijo este joven cuyo "motor" para tomar tal decisión fueron las trágicas imágenes de chicos ahogados que recorren casi diariamente el mundo.

"Mi motor inicial fue ver las imágenes de lo que estaba pasando con niños refugiados que morían ahogados, y dijimos: 'vamos a ver si podemos dar una mano, si sirve de algo'", comentó Nicolás.

Allí pudo ver que "los refugiados cruzan en embarcaciones muy precarias con 40 o 50 personas, niños, mujeres y gente muy mayor, incluso en sillas de ruedas", lo que califica como una situación "realmente muy desesperante".

Finalmente, él mismo fue protagonista de una de esas fotografías que publican todos los medios del mundo y se reproducen en las redes sociales, reflejando la tragedia humana que representan miles de refugiados tratando de escapar de la guerra y de la muerte.

No obstante, la fotografía en la que se ve a Nicolás en las costas de Lesbos tiene un final feliz: logró hacer bien su trabajo y el chico que lleva en brazos pudo salvar la vida, aunque su futuro y el millones de chicos como ese todavía penden de un hilo.