Pekín ha presentado una protesta formal ante Estados Unidos después de que el presidente electo, Donald Trump,  aceptara una llamada de felicitación de la presidenta independentista de Taiwán, Tsai Ing-wen. Una conversación duró diez minutos.

La Casa Blanca no hablaba directamente con un presidente de la isla desde hacía casi 40 años, tras el compromiso con Pekín en 1979 del principio “una sola China”.

“Fue solo un pequeño truco de Taiwán. No cambiará la base internacional de la política de ‘una sola China’. No cambiará esta política que el Gobierno estadounidense ha apoyado durante años”, decía el ministro chino del Exterior, Wang Yi. “La política ‘una sola China’ es la piedra angular y la base fundamental del desarrollo de unas relaciones positivas entre China y Estados Unidos”.

Tsai, del partido independentista, llegó al poder en enero reavivando las tensiones con el Gobierno chino, que exige que la presidenta reconozca que la isla es parte de China.

A pesar de la falta de relaciones diplomáticas, Estados Unidos es el único proveedor de equipamiento militar a Taiwán, como ha recordado Trump en un tuit.

Fuente: Euronews