“Cuánta violencia hay contra las mujeres, basta. La Iglesia es madre, la Iglesia es mujer”, señaló con decisión el papa Francisco en la homilía que puso el acento en la “meditación” que tuvo María, indicada como madre de Jesús.

Allí lo vinculó Francisco con la problemática de violencia contra las mujeres de la actualidad: "Las madres saben superar obstáculos y conflictos, saben infundir paz. Vienen a la mente los rostros de las madres que asisten al hijo enfermo o en dificultad. Cuánto amor hay en sus ojos, que, mientras lloran, saben comunicar motivos para seguir esperando".

“La mirada inclusiva, que supera las tensiones conservando y meditando en el corazón, es la mirada de las madres. Es la mirada con la que muchas madres abrazan las situaciones de los hijos”.

“Es una mirada consciente, que no se hace ilusiones y, sin embargo, más allá del sufrimiento y de los problemas, ofrece una perspectiva más amplia, la del cuidado, la del amor que renueva la esperanza”. 

“Las madres, las mujeres, no miran el mundo para explotarlo, sino para que tenga vida. Mirando con el corazón, logran mantener unidos los sueños y lo concreto, evitando las desviaciones del pragmatismo aséptico y de la abstracción”.