Después de la conmoción y el repudio internacional tras el supuesto ataque de las fuerzas de Bashar al-Assad a la localidad rebelde de Jan Sheijun en la que murieron decenas de personas por el uso de gas sarín, el Papa aseguró estar "espantado" ante lo ocurrido en una guerra civil que ya lleva seis años de muerte y destrucción. 

"Asistimos espantados a los últimos eventos en Siria . Expreso mi firme deploración por la inaceptable masacre ocurrida ayer en la provincia de Idlib, donde han sido matadas decenas de personas inermes, entre las cuales había muchos niños", exclamó Francisco al término de la audiencia general de los miércoles.

Y agregó:"Rezo por las víctimas y por sus familiares y hago un llamado a la conciencia de todos los que tienen responsabilidades políticas, a nivel local e internacional, para que se detenga esta tragedia y se lleve consuelo a esa querida población desde hace demasiado tiempo exhausta por la guerra". También señaló: "Aliento, además, a los esfuerzos de quien, aún en la inseguridad y el malestar, se esfuerza de hacer llegar ayuda a los habitantes de esa región",

Hasta el momento el ejército de Bashar al-Assad, apoyado por Rusia, Irán y Hezbollah, negó el uso de armas químicas y aseguró que habían atacado un peligrosa fábrica en manos de los rebeldes que provocó la tragedia en la población de Jan Sheijun. 

Francisco además se solidarizó con lo ocurrido en el ataque al metro de San Petersburgo, "que provocó víctimas y desorientación en la población". "Mientras encomiendo a Dios los que han trágicamente fallecido, expreso mi cercanía espiritual a sus familiares y a todos los que sufren a causa de este dramático evento", destacó. 

También el Papa, antes de su viaje a Egipto, se reunió con una delegación de líderes musulmanes del Reino Unido y destacó la importancia de saber escucharse.:"Me gusta pensar que el trabajo más importante que debemos hacer hoy entre nosotros, en la humanidad, es el trabajo 'de la oreja': escucharnos. Escucharnos sin apuro en dar la respuesta".