Con el 99 % de los votos ya escrutados, la Alianza de Ciudadanos Descontentos (ANO) del multimillonario Andrej Babis- llamado "el Trump europeo"-se impuso en las elecciones del pasado domingo en República Checa. 

La prensa nacional- de la cual Babis es dueño de dos diarios nacionales, tres estaciones de televisión y dos emisoras de radio-  lo llama el «tsunami azul», por el vuelco que ha dado el electorado hacia la derecha; "un vuelco" que viene ganando fuerza en el viejo continente, como lo demuestra el llamado a las urnas en los últimos meses donde la derecha e incluso partidos neonazis lograron escaños en diversos Parlamentos. 

Babis promete luchar contra la corrupción de la política tradicional, además rechaza el euro, las cuotas de refugiados decididas por la Unión Europea (UE)- una crítica a la que se suman los gobiernos de Polonia, Eslovaquia y Hungría-, quiere eliminar el Senado y se presenta a sí mismo como un 'antisistema'.

Los críticos acusan a Babis, nacido en 1954 en la hoy Eslovaquia, de ser parte de la misma elite que él dice combatir y temen que siga concentrando poder al convertirse en Primer ministro. 

La victoria de Babis supondrá un obstáculo para las investigaciones por fraude en su contra aunque el nuevo parlamento, con nueve grupos parlamentarios, es el más diverso de la historia de la República Checa. En su primera reacción tras la victoria, Babis ha adelantado que propondrá una reforma del sistema electoral porque el exceso de partidos complica la gobernabilidad.

En estas elecciones también se destacó  el avance del partido xenófobo Libertad y Democracia Directa (SPD), cuarta fuerza política con el lema  'Stop islam. Stop terrorismo' y defiende que República Checa, con apenas población inmigrante, aplique En el Parlamento entrarán también el Partido Comunista, la KDU democristiana, el Movimiento de los Alcaldes y el conservador y europeísta TOP 09. La participación ciudadana en las elecciones ha sido del 60,22 %, similar a la de 2013.