La investigación fue llevada a cabo por el Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB), que reemplazó a la  KGB, en la que el ministro de Economía ruso Alexey Ulyukayev quedó detenido por corrupto.  

Las autoridades comunicaron que Ulyukayev está sospechado de aceptar un soborno de dos millones de dólares por aprobar  una operación en la que la petrolera estatal Rosneft adquirió el mayor control sobre la compañía energética Bashneft.

De declararse culpable, Ulyukayev podría recibir una pena de entre ocho y 15 años. El vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, señaló que se trata de "una acusación muy seria, que necesita de pruebas muy importantes. De cualquier forma, la Justicia será la encargada de tomar una decisión en este caso". Y aseguró que el presidente Vladimir Putin fue informado de la "situación desde el inicio de la operación".

La venta del 50,07% de los activos de la sexta mayor petrolera rusa, ubicada en la región de los Urales, a Rosneft generó numerosos debates entre oficialismo y oposición en Rusia.