Si los comentarios desubicados de Rodrigo Duterte ya eran su marca registrada ahora se suma un posible delirio místico en el que el presidente de Filipinas planteó que Dios le pidió que no utilice más palabras "malsonantes" en sus encendidos discursos. 

El mandatario contó que tuvo que hacer la promesa ante el Altísimo durante el vuelo de vuelta de un viaje oficial a Japón. Según Duterte, todos los pasajeros del avión ya estaban dormidos cuando Dios lo amenazó con hacer caer la aeronave si no modificaba sus expresiones soeces.

Además de instar a la violencia y a "matar a todos los drogadictos" Duterte- que se considera comparable a Hitler- llamó "hijo de puta" a Barack Obama,  a Francisco y calificó de "tontos"  a los representantes de la ONU que criticaron su Gobierno. 

Duterte sigue gozando de popularidad en su país a pesar de que la guerra contra la droga ya provocó más de 3.600 muertes, según datos policiales, muchas de ellas a manos de civiles.