Los Caballeros del Nuevo Imperio, una de las formaciones que integran el Ku Klux Klan (KKK), emitió un comunicado en el que anuncian que "Con el estado policial en Ferguson, celebraremos el acto de recaudación de fondos en Sullivan City", par ser entregados el policía que mató al joven Michael Brown.

Charles Murray, líder del grupo, detalló que "las donaciones serán de diez dólares o más" y que "todo el dinero estará destinado al policía que hizo su trabajo contra ese negro criminal".

Durante la jornada de recaudación los militantes racistas "portarán armas" para evitar cualquier inconveniente y para "proteger las empresas de los blancos cerca de Ferguson".

"Con los negros fuera de control, tenemos un grupo que irá a los alrededores de Ferguson. No podemos permitir que haya negros matando y robando a blancos inocentes", señala el comunicado.

Como se sabe, el joven fue muerto el 9 de agosto pasado, cuando un agente de policía le disparó, en circunstancias que el joven estaba desarmado y no opuso resistencia al arresto.

Shawn Parcells, uno de los forenses presentes en la autopsia, explicó que una de las balas alcanzó a Brown en la parte superior de la cabeza y otra entró por encima de la ceja derecha. Aggregó que las múltiples heridas que prentaba en los brazos se deben a que los tenía levantados: se estaba entregando, tal y como asegura un testigo del hecho.

El abogado de la familia, Benjamín Crump, en tanto, dijo que el joven "fue ejecutado”, al remarcar que, en fecto, "la autopsia confirma lo que dijeron los testigos, que esto fue una ejecución. Es lo que los testigos dijeron desde el día uno”.

Mientras tanto, policía y manifestantes volvieron a enfrentarse en la noche del lunes en las calles de Ferguson –donde ya hay observadores de Amnistía Internacional–, un día después de que el gobernador de Missouri ordenara el despliegue de la Guardia Nacional para ayudar a restablecer la calma en el suburbio de San Luis donde un adolescente negro fue presuntamente ejecutado.