Didier Raoult no es conocido en nuestro país claramente, pero sí parece ser toda una celebridad en Francia, donde es reconocido por su excentricidad. 

Para muchos es una especie de profeta, para otros un chanta. Lo cierto es que su experiencia lo precede: titular del Instituto Hospitalario Universitario de Marsella; investigador y descubridor de varios virus mundiales; bautizador de bacterias y exasesor de Sarkozy. 

Raoult ha sido autor de numerosas publicaciones científicas y ha ganado varios premios, como el INSERM. Pero hay muchos que todavía no confían plenamente en sus afirmaciones. 

El microbiólogo afirmó que un tratamiento contra la malaria basado en hidrocloroquínina, sumado a azitromicina, combaten de manera eficaz al coronavirus. 

Desde Francia han autorizándolos ensayos clínicos en varios centros. De hecho, Roualt comenzó sus investigaciones en los hospitales chinos de las ciudades más afectadas, y está convencido de la eficacia de su tratamiento con cloroquina

“Todo el mundo lo utilizará. No soy yo el bizarro, es la gente que es ignorante“, dijo, y agregó: “A partir de que nosotros hemos mostrado que el tratamiento es eficaz, yo encuentro inmoral no administrarlo. Es así de simple”. 

Esta frase viene a colación de muchas críticas, mismo dentro del universo científico, por los efectos secundarios tóxicos de la cloroquina.

La Organización Mundial de la Salud alertó sobre posibles tratamientos alternativos al respecto y el propio gobierno francés se muestra reacio a dar luz verde oficialmente.