Marielle Franco fue asesinada en 14 de marzo​ de 2018 por su militancia feminista y por los derechos humanos; era además concejala en Rio de Janeiro.

Uno de los principales sospechosos del crimen es el capitán Adriano Magalhães de la Nóbrega, prófugo desde entonces; es considerado hombre fuerte de la Oficina del Crimen, organización sindicada como responsable de haber planeado el crimen.

Según publica O Globo, Flavio Bolsonaro –hijo del presidente brasileño– defendió siempre al prófugo al considerarlo “blanco de una campaña difamatoria” e incluso empleó a Raimunda Veras Magalhães y Danielle Mendonça da Costa da Nóbrega, madre y esposa del sospechoso.