El gobierno turco realizó detenciones masivas de centenares de kurdos a raíz de los dos atentados que tuvieron lugar en Estambul el pasado domingo en las afueras del estadio Besiktas. 

Las explosiones- que dejaron un saldo hasta el momento de 44 muertos- llevó a que se sumaran a las purgas del fallido golpe del 15 de julio, la detención de 235 integrantes del Partido Democrático de los Pueblos (HDP); aunque los actos terroristas fueron asumidos los Halcones de la Libertad de Kurdistán (TAK), un grupo que se escindió del Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK).

Las detenciones fueron  iniciadas esta madrugada de manera simultánea en 11 provincias y son la respuesta policial a la promesa de "venganza" realizada ayer por el ejecutivo

Primero fue un coche bomba que estalló al lado de un furgón policial y luego un hombre si inmoló cerca de varios agentes en el parque  Maçka, al otro lado del estadio. 

La mayoría de los arrestos fueron en ocho provincias del país: Estambul, Ankara, Adana, Manisa, Mersin, Hakkari, Gaziantep y Sanliurfa y las acusaciones contra los detenidos, van desde la de "pertenecer al Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK)", la guerrilla kurda, hasta la de "hacer propaganda de organizaciones terroristas en las redes sociales" o "insultos contra el presidente, las instituciones y las fuerzas de seguridad".

Además el gobierno turco  arremetió contra otros tantos ciudadanos que fueron señalados como sospechosos de postear en redes sociales mensajes que no mostraban "nada de tristeza" ante el atentado, describían el momento como "un día bonito", pedían "muerte a la policía" o ensalzaban el TAK.

"Luchar hasta el final contra la lacra del terrorismo", planteó Recep Tayyip Erdogan que sigue en la mira internacional al ser denunciado por utilizar este tipo de actos para su beneficio en purgas masivas que violan los derechos humanos.