El huracán Otto amenaza centroamérica con lluvias y vientos de más de 100 kilómetros por hora, lo que llevó a que Panamá, Nicaragua y Costa Rica.-que ya declaró la emergencia nacional- estén en alerta máxima.

En el territorio panameño ya se han registrado cuatro muertes y al menos cinco desaparecidos por crecidas o deslizamientos, según fuentes oficiales citadas por la prensa local. Mientras que en Costa Rica 3.600 personas han sido evacuadas de manera preventiva y en Nicaragua 10.000 abandonaron sus hogares, según informó la agencia Efe. 

“El fenómeno climático es altamente peligroso”, comunicó el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís que se enfrenta por primera vez a un huracán de este tipo. Mientras que el director del Instituto Meteorológico Nacional de Costa Rica, Juan Carlos Fallas advirtió:  “No hay experiencia de parte del costarricense de manejar estas velocidades de viento”.

Todavía se espera que el huracán pueda reducir su intensidad y transformarse en una tormenta tropical, hecho más que habitual. En Nicaragua, el Gobierno ordenó cerrar escuelas y colegios en todo el país jueves y viernes. Mientras que en Panamá lo peor ya habría pasado y ahora se trata de lidiar con las consecuencias de Otto.